domingo, 26 de mayo de 2013

CORPUS CHRISTI 2013

CORPUS CHRISTI 2013

La Cofradía de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto de los Olivos y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos asistirá corporativamente, Dios mediante, a la Solemne Fiesta Mayor en Honor, Adoración y Gloria del Santísimo Sacramento Eucarístico que se celebrará en la Santa Iglesia Catedral de nuestra cuidad el próximo 2 de junio.

La Solemne Fiesta Mayor será presidida por el Ilmo. Sr. D. Juan Herrera Amézcua, Canónigo de la S.I.C. de Baeza, concelebrada por el clero catedralicio y de la ciudad.

A continuación  y portado por el Cuerpo de Horquilleros el Santísimo Sacramento bendecirá nuestra ciudad con su presencia.

Desde aquí animamos a los hermanos a participar y a acompañar a nuestra Cofradía en la Solemne Fiesta Mayor y en la posterior Procesión Eucarística con S.D.M. por nuestras calles.

Así mismo desde el lunes 3 al sábado 8 del corriente, en nuestro Templo Mayor se celebrará Cultos en Honor, Adoración y Gloria del Santísimo Sacramento Eucarístico comenzando a las 20:15 h. con el rezo del Santo Rosario  y a las 20:30 h. celebración de la Santa Misa, finalizando con la Exposición Solemne de S.D.M. y Procesión  por las naves de nuestro Templo Catedralicio.

El Domingo 9 a las 20:00 h. y presidida por el Ilmo. Sr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, Deán-Presidente del Excmo. Cabildo Catedral y concelebrada por el clero catedralicio y de nuestra ciudad, se oficiará Santa Misa. A continuación Procesión del Santísimo Sacramento por las naves y claustro de la S.I.C. 






¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!
¡Sea por siempre bendito y alabado!

Aprovechamos también para agradecer la colaboración de N. Hno. Floren Fernández Parra, que desinteresadamente nos ha realizado este cartel anunciador. 
¡Gracias hermano!


NON MEA VOLVNTAS SED TVA FIAT

martes, 21 de mayo de 2013

SANTA MISA CON OCASIÓN DE LA JORNADA DE LAS COFRADÍAS
Y DE LA PIEDAD POPULAR
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO


VI Domingo de Pascua, 5 de mayo de 2013

Queridos hermanos y hermanas, habéis tenido valor para venir con esta lluvia… El Señor os lo pague.

En el camino del Año de la Fe, me alegra celebrar esta Eucaristía dedicada de manera especial a las Hermandades, una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un redescubrimiento. Os saludo a todos con afecto, en especial a las Hermandades que han venido de diversas partes del mundo. Gracias por vuestra presencia y vuestro testimonio.

1. Hemos escuchado en el Evangelio un pasaje de los sermones de despedida de Jesús, que el evangelista Juan nos ha dejado en el contexto de la Última Ce
na. Jesús confía a los Apóstoles sus últimas recomendaciones antes de dejarles, como un testamento espiritual. El texto de hoy insiste en que la fe cristiana está toda ella centrada en la relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Quien ama al Señor Jesús, acoge en sí a Él y al Padre, y gracias al Espíritu Santo acoge en su corazón y en su propia vida el Evangelio. Aquí se indica el centro del que todo debe iniciar, y al que todo debe conducir: amar a Dios, ser discípulos de Cristo viviendo el Evangelio. Dirigiéndose a vosotros, Benedicto XVI ha usado esta palabra: «evangelicidad». Queridas Hermandades, la piedad popular, de la que sois una manifestación importante, es un tesoro que tiene la Iglesia, y que los obispos latinoamericanos han definido de manera significativa como una espiritualidad, una mística, que es un «espacio de encuentro con Jesucristo». Acudid siempre a Cristo, fuente inagotable, reforzad vuestra fe, cuidando la formación espiritual, la oración personal y comunitaria, la liturgia. A lo largo de los siglos, las Hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor. Caminad con decisión hacia la santidad; no os conforméis con una vida cristiana mediocre, sino que vuestra pertenencia sea un estímulo, ante todo para vosotros, para amar más a Jesucristo.

2. También el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que hemos escuchado nos habla de lo que es esencial. En la Iglesia naciente fue necesario inmediatamente discernir lo que era esencial para ser cristianos, para seguir a Cristo, y lo que no lo era. Los Apóstoles y los ancianos tuvieron una reunión importante en Jerusalén, un primer «concilio» sobre este tema, a causa de los problemas que habían surgido después de que el Evangelio hubiera sido predicado a los gentiles, a los no judíos. Fue una ocasión providencial para comprender mejor qué es lo esencial, es decir, creer en Jesucristo, muerto y resucitado por nuestros pecados, y amarse unos a otros como Él nos ha amado. Pero notad cómo las dificultades no se superaron fuera, sino dentro de la Iglesia. Y aquí entra un segundo elemento que quisiera recordaros, como hizo Benedicto XVI: la «eclesialidad». La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros Pastores. Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia os quiere. Sed una presencia activa en la comunidad, como células vivas, piedras vivas. Los obispos latinoamericanos han dicho que la piedad popular, de la que sois una expresión es «una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia» (Documento de Aparecida, 264). ¡Esto es hermoso! Una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia. Amad a la Iglesia. Dejaos guiar por ella. En las parroquias, en las diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, aire fresco. Veo en esta plaza una gran variedad antes de paraguas y ahora de colores y de signos. Así es la Iglesia: una gran riqueza y variedad de expresiones en las que todo se reconduce a la unidad, la variedad reconducida a la unidad y la unidad es encuentro con Cristo.

3. Quisiera añadir una tercera palabra que os debe caracterizar: «misionariedad». Tenéis una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecéis, y lo hacéis a través de la piedad popular. Cuando, por ejemplo, lleváis en procesión el crucifijo con tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacéis únicamente un gesto externo; indicáis la centralidad del Misterio Pascual del Señor, de su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos ha redimido; e indicáis, primero a vosotros mismos y también a la comunidad, que es necesario seguir a Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme. Del mismo modo, cuando manifestáis la profunda devoción a la Virgen María, señaláis al más alto logro de la existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como por la meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta discípula del Señor (cf. Lumen gentium, 53). Esta fe, que nace de la escucha de la Palabra de Dios, vosotros la manifestáis en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas... Y, haciéndolo así, ayudáis a transmitirla a la gente, y especialmente a los sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio «los pequeños». En efecto, «el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador» (Documento de Aparecida, 264). Cuando vais a los santuarios, cuando lleváis a la familia, a vuestros hijos, hacéis una verdadera obra evangelizadora. Es necesario seguir por este camino. Sed también vosotros auténticos evangelizadores. Que vuestras iniciativas sean «puentes», senderos para llevar a Cristo, para caminar con Él. Y, con este espíritu, estad siempre atentos a la caridad. Cada cristiano y cada comunidad es misionera en la medida en que lleva y vive el Evangelio, y da testimonio del amor de Dios por todos, especialmente por quien se encuentra en dificultad. Sed misioneros del amor y de la ternura de Dios. Sed misioneros de la misericordia de Dios, que siempre nos perdona, nos espera siempre y nos ama tanto.
Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Tres palabras, no las olvidéis: Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Pidamos al Señor que oriente siempre nuestra mente y nuestro corazón hacia Él, como piedras vivas de la Iglesia, para que todas nuestras actividades, toda nuestra vida cristiana, sea un testimonio luminoso de su misericordia y de su amor. Así caminaremos hacia la meta de nuestra peregrinación terrena, hacia ese santuario tan hermoso, hacia la Jerusalén del cielo. Allí ya no hay ningún templo: Dios mismo y el Cordero son su templo; y la luz del sol y la luna ceden su puesto a la gloria del Altísimo. Que así sea.




viernes, 10 de mayo de 2013

Viaje a Granada



El grupo Joven de Nuestra Cofradía organiza un viaje a tierras Granadinas. El próximo 18 de MAYO DE 2013 se celebrará en Granada una Gran Peregrinación Mariana "MARÍA, REINA DE GRANADA". Es una procesión extraordinaria en la que participarán las imágenes marianas de la Semana Santa de Granada. Se organizará con motivo del primer Centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Angustias, Patrona de Granada, donde saldrán un total de veintisiete pasos de palio para homenajearla




La Patrona de Granada, Nuestra Señora de las Angustias, estará presente sobre su paso procesional en la puerta de su basílica al paso de las imágenes. Se ubicará bajo el dintel de la puerta como ocurre en los últimos años cada 15 de septiembre, día de su ofrenda floral y estará sobre su paso tal y como sale a las calles de Granada cada último domingo de septiembre.



La salida será el 18 de Mayo, sábado a las 8 de la mañana, precio 12 euros, para mas información póngase en contacto con Jose Maria Moreno, flfn. 678493758.